Despégate si no te quiere

  • Isaías, en tu experiencia y tantas aventuras que has vivido: ¿Cómo te despegas del pasado?.
  • Despegarse es un ejercicio de desprendimiento que comienza de afuera hacia adentro y viceversa. Tiene una doble connotación de lo que sentimos con lo que vemos, y de lo vemos con lo que sentimos.
  • Si, suena bien. ¡Yo sé que hay que avanzar!, ¿Pero cómo haces? ¿Dónde está ese botón?.
  • Mi brother, el proceso de despegarse o desprenderse implica un amplio ejercicio de auto descubrimiento que pasa por tres etapas. Aceptar la realidad, resignarte y agradecer por todo lo aprendido y vivido.
  • ¡Ajá! ¿Pero cómo?.
  • Déjame compartir mi experiencia en vez de mi opinión. Me vine al polo norte porque opté por un aislamiento geográfico, material y social para fortalecer mi espíritu y conectarme con el futuro. Tuve que despegarme de poseciones, relaciones y proyectos porque el único obstáculo al futuro es el futuro.
  • Empiezo a entender. ¿Eso quiere decir que tengo que renunciar a todo?-
  • ¡No me mal interpretes!. Despegarse implica una renuncia a los recuerdos, nostalgia y memorias. Porque tu extrañas lo que solía ser y ya no es. A esa memoria es a la que te tienes que despegar. ¡Acepta que ya no es!. Y resígnate a seguir sin esa persona!. Mientras, agradécele todo lo vivido.
  • Gracias. La vida te ha hecho un diccionario.
  • Hay algo mas, nosotros podemos “engañar” a nuestro cerebro a que cree atajos que faciliten el despegue a través de la fé, la autorealización y la voluntad. ¡Te acaban de regalar la libertad para que vuelvas a ser quién solías ser!

Ahora bien, es fundamental enfatizar que el valor propio tiene que imperar sobre las dudas, porque hay que marcharse de inmediato de aquellos lugares, hogares y relaciones dónde no se es bienvenido. Más allá de la dignidad propia y del respeto propio; hay que despegarse de las energías y personas que nos mantienen atados a campos energéticos contrarios a nuestra misión, nuestro plan de vida y nuestra luz.

En el momento que los humanos sienten una voz inexplicable desde el fondo de su existencia, que traspasa cualquier dimensión racional, y se convierte en un grito; ¡Se trata de la voz del espíritu!. Esa voz es la responsable de advertir peligros, incomodidades y cambiar de curso. ¡No se puede ignorar la voz del espíritu cuando dice que es momento de marcharse de una persona y olvidarla!.

Y aunque la doctrina budista habla de la voz interior, la teología la define como La voz de Dios todo Poderoso quien se manifiesta para indicarnos que es momento de emprender un nuevo camino.

Mientras brindaba de apoyo moral y emocional a una de las amistades más longevas de mi vida, quien ya supera los treinta años de conexión, recordé en fracciones de segundos todos los episodios, momentos, hitos, y conmociones que atravesé en las dos últimas dos décadas.

Todas y cada una de las marcas, cicatrices, méritos y medallas esculpieron el hombre que soy en este momento. Pero en un sólido momento de introspección, le agradecí a Dios por convertirme en el hombre más fuerte y exitoso que conozco -según mis propios estándares- porque su bendición ha multiplicado mi fuerza espiritual, aquella representación que va más allá de lo corpóreo, ha sido la única esperanza de saber que el futuro ¡Siempre será mejor que el presente y el pasado!.

Isaías Blanco

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